«Hay libros que nunca envejecen, y este pequeño pero precioso volumen de Henry Scougal es uno de ellos. En él hay una eterna frescura y belleza, mientras sus flores, de hecho, se tornan más brillosas con el paso del tiempo. Durante dos siglos, estas palabras han sido pan de vida para miles de personas. Han guiado, consolado e inspirado; y por ello, suscitan un interés adicional, pues han resistido la prueba más severa, y se las ha encontrado adecuadas para satisfacer los más profundos anhelos de la naturaleza humana en sus necesidades más difíciles».
Tomado del Prefacio de la Edición de 1867
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«Realmente quería conocer a Dios y tener seguridad de salvación, pero ni siquiera una disciplina estricta parecía ayudar […] Aunque ayuné, velé, oré y recibí el sacramento durante tanto tiempo, nunca supe lo que era la verdadera religión hasta que Dios me envió este excelente tratado de la mano de mi inolvidable amigo [Charles Wesley]».
George Whitefield
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«Todos necesitan leer este libro, ¡todos!
Todo cristiano necesita leer este libro. Tanto los santos maduros como los creyentes recién convertidos se beneficiarán grandemente del mismo. Bautistas, presbiterianos, metodistas o cualquier otro grupo de cristianos, no encontrarán falla alguna en sus páginas. Además de la Biblia, no conozco ningún otro recurso que sea tan beneficioso para la Iglesia universal como esta pequeña obra de Henry Scougal.
Todo no cristiano, desde el ateo hasta el buscador honesto, necesita leer este libro. No importa qué religión las personas digan creer, si quieren conocer el corazón del cristianismo, no pueden hacer nada mejor que leer este libro.
Todo grupo demográfico necesita leer este libro. Esta obra tiene algo de provecho para cada persona, sin importar su edad, sexo o etnia. Los ancianos, los padres, las madres, los hijos, los casados o los solteros, todos encontrarán gran aliento en este libro. No es ni demasiado largo ni demasiado difícil, cualquiera puede leerlo y entenderlo. Si pudiera, pondría este libro ―La vida de Dios en el alma del hombre, en la mano de cada persona en el mundo.»
Dr. Jeffrey Johnson
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SOBRE EL AUTOR:
Henry Scougal (1650-1678) fue un ministro y teólogo escosés. Sirvió como profesor de teología en el King´s College en Aberdeen, Escocia. Aunque murió a los 28 años por causa de tuberculosis, sus obras e influencia han sobrevivido el paso de los siglos.