El propósito, la función, la disciplina y los problemas de la iglesia local no han cambiado desde que Benjamín Keach escribió esta excelente obra a finales del siglo XVII. Es por eso que amo tanto este libro y pienso que es un recurso muy valioso para los cristianos de hoy. Keach creía que la iglesia es hermosa, y que la membrecía de la iglesia debe ser tomada en serio. ¡Estoy de acuerdo! Mi oración es que todos los verdaderos cristianos lleguen a ver la gloria de una verdadera iglesia.
Dr. Jeffrey D. Johnson,
pastor de la Grace Bible Church of Conway.
Arkansas, EE. UU.;
**********************
Debido a su contexto histórico al comienzo del movimiento bautista, los bautistas ingleses del siglo XVII pensaron profundamente sobre la naturaleza de la iglesia. Sus escritos son un importante correctivo para el lánguido enfoque adoptado por muchos en nuestros días. La gloria de una verdadera iglesia, escrito por Benjamín Keach, es el clímax de la literatura bautista del siglo XVII acerca de la iglesia. Sigue siendo una guía fiel para pastores e iglesias a fin de ayudarles a recuperar una comprensión bíblica de la iglesia.
Dr. G. Stephen Weaver (hijo),
pastor principal de la Farmdale Baptist Church.
Frankfort, Kentucky, EE. UU.
**********************
Escrito originalmente a petición de sus miembros, este libro satisfizo una de las necesidades más apremiantes de los bautistas particulares ingleses a finales del siglo XVII. Después de haber sobrevivido a unos treinta años de persecución turbulentos, necesitaban algo de dirección bíblica para saber cómo debían conducir sus vidas juntos como iglesias reunidas. El libro de Benjamín Keach satisfizo esta necesidad. Él se preocupaba por la vida corporativa del pueblo de Dios, que entendieran quiénes eran, cómo sus vidas debían ser ordenadas por la Palabra de Cristo, y cómo debían cumplir con sus responsabilidades como miembros de la iglesia.
Hizo hincapié en la gloria de la iglesia, énfasis que es muy necesario en las primeras décadas del siglo XXI, ahora que esa gloria se ha visto tan empañada. Keach creía que Dios había investido a las iglesias de Cristo, y su autoridad y poder, con Su gloria. Esta gloria se derivaba de la cabeza del cuerpo el Señor Jesucristo, y debía manifestarse no solo en la forma en que las iglesias ordenaban sus asuntos, sino también en la santidad de cada uno de sus miembros, en su amor sincero y sus oraciones por los demás, y en su capacidad de sobrellevar los unos las cargas y debilidades de los otros.
La disciplina de la iglesia debía ponerse en práctica cuando su pureza se viera amenazada por una falsa enseñanza o una conducta escandalosa entre sus miembros. Este libro es muy bien recibido y se suma a las obras de Keach que están en proceso de ser republicadas. Los bautistas de hoy harían bien en considerar cuidadosamente lo que Keach tenía que decir, y evaluar si lo que dijo acaso no es tan relevante hoy como lo fue en la década de 1690.
Austin Walker,
pastor de la Maidenbower Baptist Church.
Crawley, Reino Unido;
y autor de The Excellent Benjamin Keach